jueves, 25 de septiembre de 2014

Departatanca



Como es costumbre, sólo publico aquí cuando ocurre un cambio importante en mi vida - lo llevo haciendo desde 2008 (?)-

El asunto es que hoy es mi última noche en un lugar al que llegué hecho pedazos y tras casi año y medio, salgo contento y listo para lo que vendrá. Mientras lo habité, primero lo vi como lugar de tránsito, luego lo consideré mi hogar y al final terminó por decirme "lárgate de una buena vez".

No pienso hacer una publicación muy larga porque todavía no termino de empacar y se hace tarde, pero al ver mis posesiones terrenales en cajas listas para salir, se me antojó decir lo siguiente:

Este departamento fue mi cuarto de hospital. El tratamiento incluyó inundaciones y olores misteriosos en el baño, cucarachas en la cocina, peleas de trasvestis en mi ventana, asaltos en la puerta, vacas con forma humana en la cochera y hasta la señora de la tienda empeñada en casarme con su hija...

La otra parte del tratamiento fue lo mejor. Consistió en cerveza, amigos, amigos que se hacen vecinos, amores fugaces y desamores inadvertidos, el pan de la esquina, las tortas Don Felipe, la pizzería de barrio, arroz de tortillería, libros, discos y esa compañía tan especial que se siente cuando no hay nadie alrededor. Si fue un cuarto de hospital, gracias a todos los que me visitaron por acá.

No puedo asegurar que te extrañaré, pero gracias por todo, departatanca.



lunes, 19 de mayo de 2014

Violeta


Casi nunca publico cosas en serio...  pero hoy quiero decir algunas cosas buenas de alguien con quien compartí oficina cerca de un año:

1.- Me enseñó casi todo lo que sé de escribir para televisión... con la paciencia suficiente para explicarle qué significa "calificar material" a quien se supone tiene la misma preparación que tú.

2.- Me guió en cosas básicas que no enseñan en la escuela: desde cómo llenar papeleo administrativo hasta cómo tratar al jefe enojado.

3.- Demostró que los errores no son para siempre (y esto tiene que ver con un tatuaje horrible que se transformó en algo genial)

4.- Ella y su esposo me enseñaron a envidiar una buena relación. Cuando tiempo después me vi en la situación de trabajar en el mismo lugar que mi pareja, a menudo me preguntaba "¿cómo diablos hacían ellos?"

5.- Inteligente, aguda, con carácter fuerte, pero amable y gentil. Al ver que me equivocaba, me lo decía, con un par de consejos de cómo corregir.

6.- Experta en el manejo de salas de prensa. Me salvó un par de veces de sufrir úlcera gástrica en el Festival Internacional Cervantino.

7.- El tipo de persona que si te dice que se encarga de algo... sabes que no tienes de qué preocuparte.

8.- Cuando un superior me llamaba por su nombre, (lo cual, extrañamente, ocurría con mayor frecuencia de lo que me hubiera gustado) me sentía secretamente halagado.


Por último... me enseñó lo que se siente perder a alguien que admiro profundamente. A sentir que la deuda que tengo con ella sólo podré pagársela a alguien más.

Chau, Viole.

Gracias por tanto.